Moscú, Rusia.- Las plazas públicas cercanas a la Plaza Roja, en Moscú, se han convertido en una fiesta de la reventa para la final de la Copa del Mundo y se encuentra a personas de distintas nacionalidades, algunos tratando de vender y otros de comprar entradas para el duelo que definirá al nuevo campeón del mundo.
La FIFA determinó vender a los rusos entradas más baratas y muchas de esas son las que circulan en la reventa, donde se pueden encontrar boletos desde los 800 euros el más barato, hasta los cuatro o cinco mil, en el caso de los de la categoría uno.
La policía solamente vigila que no haya desorden, pero de las transacciones no dicen nada.
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