Tener sexo en Navidad puede complicarse por algo muy sencillo: Son días que solemos pasar con la familia, por lo que es posible que nuestros padres o nuestros suegros se encuentren durmiendo en la habitación de al lado. En esas condiciones, tener un encuentro sexual puede convertirse en una misión un tanto complicada.

Pero estas posiciones sexuales para no hacer ruido en Navidad son lo suficientemente silenciosas como para que te atrevas a disfrutarlas con tu pareja sin temor a despertar a la familia a mitad de la noche.

Misionero con piernas arriba

Darle un giro al misionero tradicional puede adicionar un toque sexy a su encuentro, pero también ahorrarles algunos decibeles: Él encima de su compañera, pero ella flexiona las piernas y las envuelve con sus manos, de manera que las rodillas queden cerca de sus oídos. Él puede ayudarle a sostener las piernas con sus propias manos y tendrá un apoyo adicional. Esta variación del misionero facilita la penetración, la hace más profunda y puede ser muy excitante.

69 de lado

Es una variación muy cómoda para ambos y lo único que tienen que hacer es acostarse de lado, en lugar de que la espalda de uno de ustedes esté sobre la cama. Acostados de lado pueden acariciarse y tener una buena sesión de sexo oral.

Sentados de frente

Si ambos se sientan de frente, ella con las piernas abiertas sobre las de él, tendrán oportunidad de compartir besos, caricias y el calor de sus cuerpos. Además podrán susurrarse frases dulces o candentes al oído. Asegúrense de que la cama no rechine demasiado.

De pie

Él se coloca detrás de ella, que se encuentra con las manos sobre la pared y las piernas abiertas. Pueden jugar con diferentes alturas de penetración al flexionar o estirar las piernas, y ella puede balancear, sacar o meter la cadera para darle una variación a la postura. Eso sí, traten de buscar una pared que no sea la que comparten con la habitación de al lado.

En cruz

El hombre se posiciona sobre su costado mientras la mujer coloca sus piernas sobre la cadera de él de manera perpendicular, como si lo “atravesara” a él a medio cuerpo. Aunque ella tiene que hacer la mayor parte del esfuerzo, es una postura cómoda y silenciosa.