Acababan de dejar a su hija mayor en la práctica de porristas cuando llegaron al estacionamiento de Walmart, repleto de cientos de compradores de regreso a la escuela como ellos. Jordan y Andre Anchondo agarraron a su bebé de dos meses y entraron.

Fue un día ocupado para los Anchondos. Su hija tenía una fiesta de cumpleaños, cumplía seis años, por lo que también necesitaban comprar decoraciones para la fiesta. En solo unas pocas horas, la familia y los amigos vendrían a la nueva casa de la pareja por primera vez, dijo el hermano de Andre, Tito Anchondo, a The Washington Post.

Pero luego vinieron los disparos y con eso, el silencio de Jordan y Andre, que no estaban levantando sus teléfonos.

Jordan, de 25 años, y Andre, de 24, se encuentran entre las 21 víctimas asesinadas en el tiroteo masivo del sábado en un centro comercial y Walmart en El Paso, pero lo más impresionante es que murieron protegiendo a su bebé de dos meses.

Andre y Jordan Anchondo sacrificaron su vida para salvar la de su bebé en el tiroteo ocurrido este fin de semana en un centro comercial de la ciudad de El Paso, Texas.

La pareja, que acababa de celebrar su primer aniversario de boda, murió baleada a manos de Patrick Crusius, el hombre que abrió fuego contra la multitud y que quería “matar a tantos mexicanos como fuera posible”.

Familiares de Andre y Jordan, contaron que ambos actuaron como escudos humanos para proteger la vida de su bebé cuando se encontraron frente a Crusius.

Ambos cayeron abatidos, pero por fortuna el pequeño logró sobrevivir, aunque sufrió la fractura de algunos huesos, pero ya se recupera satisfactoriamente en un hospital.

“(Andre) Su esposo estaba en frente del pistolero para proteger a Jordan, y Jordan estaba protegiendo a su bebé”, relató Monique Terry, prima de la mujer.

Leta Jamrowski, hermana de Jordan, explicó que las fracturas del bebé se debieron que a Jordan cayó encima de él al momento en que recibió los disparos.

La tía de Jordan, Elizabeth Terry, le dijo a CNN que cuando el bebé fue “sacado de debajo de su cuerpo”, la sangre de su madre todavía estaba sobre él. El bebé, llamado Paul, solo sufrió fracturas en los dedos, dijo, y ahora está en casa recuperándose.