El Miércoles de Ceniza, es un día muy importante en la religión Católica porque marca el inicio de la Cuaresma, nombre con el cuál se conoce al período de preparación antes de la Semana Santa.

En este día, se realiza un ritual católico y anglicano que se practica también entre algunas religiones protestantes como los Luteranos y Bautistas.

La ceniza que se coloca en la frente de los creyentes, proviene de las palmas de los ramos que fueron bendecidos en el Domingo de Ramos del año litúrgico anterior.

A continuación el día en que cae el Miércoles de Ceniza de este 2020 y el significado que tiene este día para la religión católica.

¿Cuál es el significado del Miércoles de Ceniza?

Este año, el Miércoles de Ceniza cae el 26 de febrero, la fecha cambia año con año, por lo que este día es anterior al del 2019.

La razón, es por que la tradición dicta que la noche que el pueblo judío salió de Egipto, había luna llena. Esto les permitió mirar el terreno que pisaban y les ayudó a dirigirse a su destino sin necesidad de lámparas o antorchas que podrían delatar su presencia ante los soldados del faraón.

Por lo tanto, la celebración depende de las fases de la luna. La celebración judía de la Pascua, o “Pesaj”, conmemora este acontecimiento, por lo que ellos siempre coinciden su celebración con la noche de luna llena, recordando la noche en que los israelitas obtuvieron su libertad y cruzaron el Mar Rojo.

¿Qué significa la ceniza?

La ceniza representa la destrucción de los errores cometidos, la conciencia de la nada y de la vanidad de las cosas, además de ser un ser de penitencia.

En la cultura bíblica, la ceniza constituye un signo que expresa la precariedad de la vida, el resultado de un órgano viviente, cuando termina su existencia.

En la liturgia anterior al Concilio Vaticano II se solía imponer la ceniza al usar la mencionada frase tomada del libro del Génesis, capítulo 3, verso 19. Actualmente se prefiere emplear las palabras: “Conviértete y cree en el Evangelio”, tomada del Evangelio de San Marcos 1, 15. Durante el rito, el penitente se acerca y responde “amén”.

La ceniza era muy empleada en la cultura bíblica para expresar arrepentimiento. Cuando se cometía alguna falta contra Dios y se quería hacer penitencia, las personas se cubrían con ceniza desde la cabeza.