Cada vez más, un número creciente de hombres jóvenes utiliza maquillaje y las grandes marcas de productos de belleza están aprovechando esta tendencia.
Gianni Casagrande comenzó a usar maquillaje hace unos tres años.
El joven de 22 años, residente de Middlesbrough, en el norte de Inglaterra, dice que sufría un “acné realmente malo” y empezó a usar corrector para ocultarlo.
Impresionado por los resultados, comenzó a usar una prebase (primer o crema que se aplica antes del maquillaje para aumentar su duración) para salir por las noches y un gel para las cejas para controlar las suyas, a las que considera “tupidas”.
“Definitivamente todavía hay un estigma en torno al maquillaje para hombres, pero creo que se está volviendo más normal ahora”, dice el estratega de redes sociales y bloguero de belleza.
“Muchos de mis amigos lo usan, tanto homosexuales como heterosexuales, te hace sentir mucho más cómodo y seguro”, cuenta.
Un creciente número de marcas como Yves Saint Laurent y Tom Ford venden maquillaje específicamente para hombres, incluidos delineadores para ojos, cremas bronceadoras y correctores.
Charlotte Libby, analista de belleza de la firma de investigación Mintel, dice que el maquillaje “nunca será para todos los hombres“, pero que definitivamente hay un público en crecimiento.
“Para ponerlo en contexto global, el maquillaje para hombres representa menos del 1% del mercado. Pero el estigma que pesa sobre los hombres bien arreglados y que cuidan su apariencia está disminuyendo y las marcas de cosméticos se están beneficiando de eso”, dice.
Los hombres no siempre fueron tan tímidos para usar cosméticos.
Los antiguos egipcios usaban delineador de ojos, los romanos usaban rubor y algunos ingleses de entre los siglos XVI y XVII se aplicaban polvos faciales.
La costumbre decayó en la época victoriana y más recientemente se ha limitado a algunos en la comunidad LGBT, y artistas como David Bowie y Boy George.
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