Existen incontables posiciones sexuales, y a pesar de eso hay algunas con las que acertarás seguro, y harás que ella alcance el clímax.
Conseguirlo es bastante difícil, pero si le pones ganas y empeño, estamos seguros de que disfrutarás y harás sentir a tu pareja que está en el séptimo cielo.
Misionero clitoriano
El clásico misionero, pero reinventado con la estimulación del clítoris. Ella se acuesta boca arriba, y él se sitúa encima. Mientras la penetra, ella puede estimularse el clítoris y controlar asimismo el ritmo de la penetración con su movimiento de caderas. No falla.
La excavadora
Es una variante de la cuchararita cóncava, pero a lo grande, ya que es necesario pasar mucho tiempo escarbando. Para aquellos que gozan del sexo acompañado de la desinhibición que acompaña al sueño, la excavadora posibilitará ocho horas de actividad y descanso discontinuos en un largo estado de duermevela.
Golpes lentos o un par de perezosos empujes en un desvelo os permitirán llegar a primera hora de la mañana con muchas ganas de una buena perforación. Tras tantas horas excavando, la última sacudida hará, seguro, que saquéis lo mejor de vosotros.
La generosa
Esto solo es para los más atrevidos. Esta permite una profundidad absoluta y además la estimulación total del clítoris, por lo que es una victoria absoluta para ambas partes.
Ella se debe acostar boca arriba (que suba sus exptremidades inferiores para recibir tus embestidas y que empuje hacia ti) y tú te arrodillarás mientras le tomas sus piernas, que ella apoyará sobre tus hombros. Consejo de experto: Añadir una almohada debajo de la espalda de ella para que haya más amortiguación y, por tanto, más placer. Prueba una serie de empujes cortos y poco profundos y luego una zambullida profunda y completa.
En suspensión
La penetración de pie mientras el chico sujeta por los muslos, estimula en gran medida el clítoris en su parte externa por el roce que se crea entre la parte exterior de la vagina y el bajo vientre del chico.
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