Los Ángeles, EU.- Stanley Kubrick murió en 1999, pocos meses antes del estreno su último trabajo cinematográfico, “Ojos bien cerrados”. Junto con sU fallecimiento se detuvieron varios proyectos que tenía en carpeta, pero algunos de ellos fueron rescatados, como el caso de “Inteligencia Artificial” (2001), que terminó siendo llevada a la pantalla grande por Steven Spielberg. Otros, como “Ardiente secreto”, quedaron en el olvido, pero hasta hace poco.
Nathan Abrams, académico la Universidad de Bangor (norte de Gales, Reino Unido) y autor de varios libros sobre el cineasta, encontró una copia, quizás única, de este guion basado en la novela homónima (1913) del austriaco Stefan Zweig.
“Los admiradores de Kubrick sabían que era una de las películas que tenía entre manos, pero nadie podía pensar que el guion estuviera acabado”, dijo Abrams a The Guardian.
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