Toda familia esta con nosotros en buenas y malas, sin importar la situación o circunstancias. Nos ayudan a sobrellevar las pruebas más difíciles de la vida sin esperar nada a cambio. No hay duda de que muchos de nuestros padres harían todo lo que este en sus manos para ayudarnos. Pero en el caso de esta mujer de 61 años, ¡llegó un poco más allá de toda expectativa de lo que se esperaba para hacer feliz a su hijo!

La amorosa mujer, llamada Cecile Eledge, por su propia decisión se prestó a ser vientre de alquiler para su hijo, Mathew, y su esposo, Elliot.  Debido a que deseaban tanto amor un hijo propio, habían estado haciendo durante unos años todos los movimientos para empezar con el tratamiento de inseminación in vitro. Sin embargo, ¡recibirían la noticia de su vida cuando la madre de Mathew se ofreciera para ser su vientre de alquiler! Cecile tuvo una excelente experiencia con sus embarazos pasados y sabía que su cuerpo podría ser capaz de llevar a cabo esta tarea. Pero la familia no estaba convencida de que un médico les permitiría que la abuela del niño fuera quien lo gestara. Cuando la familia finalmente se reunió con un endocrinólogo reproductivo, recibieron la excelente noticia de que el doctor estaría encantado de acompañarlos en su misión. A pesar de que Cecile no había estado embarazada por un tiempo de más de 30 años y había atravesado la menopausia hacía más de una década, el proceso comenzó.

Antes de que todo diera comienzo, Cecile tuvo que superar algunas pruebas, como citología vaginal, mamografías y ultrasonidos. Su salud tenía que estar en las mas optimas condiciones para tener al nieto. Mientras que estaban haciéndose las pruebas, la hermana de Elliot decidió hacer una contribución: ¡sus óvulos!

Cuando Cecile pasó todas sus pruebas, comenzó el tratamiento hormonal y se fertilizaron los óvulos de la hermana de Elliot con el esperma de Mathew. A pesar de lo increíble que podría parecer, Cecile se embarazó en apenas el primer intento de la implantación. Aunque el embarazo no era algo fácil debido a su edad, lo pudo lograr con gracia.

Tuvo episodios de vómito y náuseas y presión arterial alta durante los primeros meses, pero a pesar de todos los contratiempos, la bebé finalmente nació y la llamaron Uma. ¡Ni siquiera hizo falta que le practicaran una cesárea! Naturalmente, los padres de la niña estaban llenos de emoción durante el proceso de parto y sus lágrimas no se hicieron esperar, corrían sin ninguna pena.

Está impresionado por todo lo que su madre podría hacer para hacerlo feliz y ayudarlo a establecer una hermosa familia. También le da crédito por ayudarlo a convertirse en la persona que es hoy en día; para él es una mujer increíble, fuerte y una guerrera.

Cuando se le cuestiono sobre el proceso de parto, Cecile comentó para el Daily Mail que no era nada complicado para ella entregarle la bebé a su hijo. ¡Sintió que la bebé siempre fue su nieta y que el embarazo la desgastó tanto que estaba encantada de entregar la bebé a sus amorosos padres!